Sorprende comprobar que en los albores del nuevo siglo asistimos aún a campos de la actividad humana donde todavía no ha intervenido la actividad legislativa. A campos yermos o ayunos de ley.

En efecto, según se desprende del website del Parlamento Europeo, ante la popularización del uso de robots, los eurodiputados vienen reclamando desde 2017 reglas comunes en la UE para garantizar un nivel equiparable de seguridad y control estatal, pues la revolución robótica requiere establecer normas comunes en toda la UE, para imponer, por ejemplo, estándares éticos y determinar la responsabilidad en caso de accidentes, señala el propio Parlamento.

El rápido desarrollo de los robots puede provocar cambios en el mercado laboral.

De este modo, la Cámara pide a la Comisión que proponga legislación en el ámbito de la robótica y la inteligencia artificial, para aprovechar al máximo su potencial económico y garantizar niveles equiparables de seguridad en toda la Unión. El texto apunta que la UE debe situarse a la cabeza, para no verse obligada a seguir los principios establecidos por terceros países.

En opinión del Parlamento, hay que clarificar cuanto antes las cuestiones de responsabilidad, sobre todo en relación con los vehículos autónomos. El texto pide un régimen de seguros obligatorio y un fondo suplementario para asegurar compensación a las víctimas de accidentes en los que estén implicados este tipo de automóviles sin conductor.

Los eurodiputados también plantean la creación de una personalidad jurídica específica para los robots, para facilitar la determinación de responsabilidades por daños.

Respecto al empleo, advierten de que el rápido desarrollo de los robots puede provocar cambios en el mercado laboral, como la creación, desplazamiento y pérdida de ciertos trabajos e instan a la Comisión a seguir con atención estas tendencias.